martes, 16 de diciembre de 2008

LECTURA DE CASTELLS: COMUNICACIÓN, PODER Y CONTRAPODER EN LA SOCIEDAD RED

Ya hemos leido varios artículos de este autor, y creemos conveniente indagar un poco más sobre él. Así, Manuel Castells (Hellín, España, 1942) es un sociólogo y profesor universitario, catedrático de Sociología y de Urbanismo en la Universidad de California, Berkeley, así como director del Internet Interdisciplinary Institute en la Universitat Oberta de Cataluña. Trata -entre otros temas- en profundidad sobre la Sociedad de la Información, y habla de la Teoría del Estado, como un problema de información en su obra El Estado Red.
En los últimos veinte años ha llevado a cabo una vasta investigación en la que relaciona la evolución económica y las transformaciones políticas, sociales y culturales en el marco de una teoría integral de la información, cuyo ejemplo más claro puede ser el Proyecto Internet Cataluña que coordina. Los resultados de su trabajo se recogen en la trilogía La Era de la Información, traducida a varios idiomas y que ha sido encumbrada por Anthony Giddens, asesor de Tony Blair, al nivel de los esfuerzos explicativos que Marx o Max Weber hicieron por interpretar la sociedad industrial. Si bien otros autores, más críticos, la consideran una obra que se limita a hacer un voluminoso resumen de las obras de Alvin Toffler, Yoneji Masuda, John Naisbitt, Saskia Sassen, James Martin y otros muchos, conocidos y desconocidos, que sería largo citar. Lo que sí parece ser un hecho es que Castells es actualmente uno de los autores de referencia en el campo del estudio de la Sociedad de la Información.
En cuanto a este artículo cabe destacar el análisis que hace de la política mediática, muy en consonancia con el ya leido del mismo autor. En ambos viene a decir que la política actual se basa principalmente en los medios de comunicación, si bien aquí se centra más en radio o televisión, en el sentido que considera que las personas somos influidas por lo que vemos, oímos y nos convence, más que por los programas electorales.

No obstante, es necesario que existan tales programas, pues es en base a ellos desde donde se debe trabajar. Así, damos un paso más en el análisis y entramos en lo que Castells denomina “periodismo ideológico”, es decir medios de comunicación que se definen ideológicamente y sus programas u opiniones están claramente en un lado u otro (por ejemplo CADENA SER- CADENA COPE; PÚBLICO-EL MUNDO; etc).

Desde ese punto de vista, es importante señalar el cuidado de la imagen que deben tener los políticos, pues si consideramos que nos convencen a través de los medios, hemos de cuidar la imagen. Ahora bien, no nos referimos tanto a la manera de vestir o de peinarse, sino a los valores y sentimientos que las personas infunden, lo que se hace a través de expertos asesores en comunicación no verbal.

Aún con todo, hemos de ver que existe un claro efecto devastador en el mundo político, contando con datos estadísticos a nivel mundial de desconfianza y desilusión de la cotidianidad ciudadana o pasotismo en otros casos.

Esto es algo muy triste, ya que si vamos a la concepción etimológica de la democracia o de la política, entendemos que ambas cosas están en manos del pueblo, y que la ciudadanía ha de construir su día a día. Además, influye en todos los ámbitos, pues como ya hemos visto en este mismo blog, ahora existe la Generación Mírame que vive obsesionada con la imagen, con cómo va a ser valorada o con llegar a ser vista en los medios de comunicación.

Podríamos pensar que la sociedad red iba a cambiar todo esto, mas ya hemos comentado que los partidos políticos no utilizan Internet, y que el resto de medios de comunicación son utilizados para convencernos, por lo que se perpetua más esta concepción.

Sin embargo, sí sabemos que aunque ellos no lo usan para convencernos a través de Internet, sí lo hacen para informarse. Es decir, que son considerables los datos de blog, mensajes o correos que circulan diariamente a través de la red. En un principio, las personas se supone que lo hacemos para que nos lean o no ( es lo que el autor llama “ autismo electrónico”, esto es que escribimos un poco para desahogarnos, pero no para que otros nos lean). Aún así, cuando escribimos nuestras reflexiones quedan ahí, y pueden ser leídas, y es en donde entran los poderes a acomodar sus propuestas a nuestras ideas.

Esta me parece una idea muy interesante, pues me ha hecho recapacitar sobre mi propio blog. Lo que en principio iba a ser un cuaderno de clase, en el que compañeros y compañeras iban a leerme, descubro que lo está haciendo más gente ajena al curso y que además incluso están dejando sus opiniones, y eso, quieras que no, agrada en cierto modo…

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